En la última reunión familiar, se planteó una cuestión tan importante como verdadera. ¿Por qué siempre nos esforzamos más en conocer a los demás que a los miembros de nuestra propia familia: hijos, padres o hermanos?
Creo que esto dependerá también de la educación recibida, pero y hasta ahora, por lo general es así. Normalmente cuanto más estrecha sea la relación, más importante será la comunicación no verbal, creando a su vez muchos limites en la propia comunicación.
Bueno hablaré desde mi experiencia vivida y lo que he visto en otras familias cercanas, pero como digo en la mayoria de los casos es asi al menos en nuestra generación en la que entre padres e hijos existía una barrera invisible a esa comunicación. Nuestros padres no creaban ese ambiente relajado en el que un hijo podía explicarse porque también lo heredaron asi de sus padres. La educación se entendía más en sentido autoritario sin dar cabida a la escucha activa y reflexiva de los hijos.
Esta falta de comunicación que recibimos de nuestros padres también la aplicamos con nuestros hermanos y en algunos casos, nos encontramos que no sabemos nada o lo más importante, de las personas con las que hemos compartido nuestra vida desde que nacimos. Es en la madurez cuando nosotros tomamos consciencia de ésto e intentamos remediarlo, pero para algunas familias es irrecuperable y esto a mi me parece muy triste y es lo que quiero transmitir.
Para mí mi familia es fundamental. Por ella haría y haré cualquier cosa. Me encanta conversar, escuchar, aprender de los demás, pero ¿hablar con mis hermanos? eso ya me flipa. Siento que estoy haciendo lo correcto, que estoy empeñando mis energias en algo bueno y lo mejor que estoy dando ejemplo a los que vendrán detrás. Además saben explicarme muchos comportamientos mios a los que yo quizás no le encuentro mucha explicación y eso es porque me conocen muy bien. Es la amistad incondicional y desinteresada que con muy pero que con muy pocas personas se consigue.
Intentando buscarle explicación a todo ésto, he encontrado algunas pautas de comportamiento para padres que me han parecido muy interesantes y que espero algún intentar poner en práctica. Ahi os las dejo.
"En función de las palabras que dirigimos a los niños podemos comunicar una actitud de escucha o, por el contrario, de ignorancia y desatención. Según analiza el psicólogo K. Steede en su libro "Los diez errores más comunes de los padres y cómo evitarlos", existe una tipología de padres basada en las respuestas que ofrecen a sus hijos y que derivan en las llamadas conversaciones cerradas, aquellas en las que no hay lugar para la expresión de sentimientos o, de haberla, éstos se niegan o infravaloran:
▪ Los padres autoritarios: temen perder el control de la situación y utilizan órdenes, gritos o amenazas para obligar al niño a hacer algo. Tienen muy poco en cuenta las necesidades del niño.
▪ Los padres que hacen sentir culpa: interesados (consciente o inconscientemente) en que su hijo sepa que ellos son más listos y con más experiencia, estos padres utilizan el lenguaje en negativo, infravalorando las acciones o las actitudes de sus hijos. Comentarios del tipo "no corras, que te caerás", "ves, ya te lo decía yo, que esa torre del mecano era demasiado alta y se caería" o, "eres un desordenado incorregible". Son frases aparentemente neutras que todos los padres usamos alguna vez.
▪ Los padres que quitan importancia a las cosas: es fácil caer en el hábito de restar importancia a los problemas de nuestros hijos sobre todo si realmente pensamos que sus problemas son poca cosa en comparación a los nuestros. Comentarios del tipo "¡bah, no te preocupes, seguro que mañana volvéis a ser amigas!", "no será para tanto, seguro que apruebas, llevas preparándote toda la semana", pretenden tranquilizar inmediatamente a un niño o a un joven en medio de un conflicto. Pero el resultado es un rechazo casi inmediato hacia el adulto que se percibe como poco o nada receptivo a escuchar.
▪ Los padres que dan conferencias: la palabra más usada por los padres en situaciones de "conferencia o de sermón" es: deberías. Son las típicas respuestas que pretenden enseñar al hijo en base a nuestra propia experiencia, desdeñando su caminar diario y sus caídas.
Por último, hay que mencionar la cantidad de situaciones en las que la comunicación es sinónimo de silencio (aunque parezca paradójico). En la vida de un hijo, como en la de cualquier persona, hay ocasiones en que la relación más adecuada pasa por la compañía, por el apoyo silencioso. Ante un sermón del padre es preferible, a veces, una palmada en la espalda cargada de complicidad y de afecto, una actitud que demuestre disponibilidad y a la vez respeto por el dolor o sentimiento negativo que siente el otro.
Consejos prácticos
1. Observar el tipo de comunicación que llevamos a cabo con nuestro hijo. Dediquemos unos días de observación libre de juicios y culpabilidades. Funciona muy bien conectar una grabadora en momentos habituales de conflicto o de sobrecarga familiar. Es un ejercicio sano pero, a veces, de conclusiones difíciles de aceptar cuando la dura realidad de actuación supera todas las previsiones ideales.
2. Escuchar activa y reflexivamente cada una de las intervenciones de nuestros hijos. Valorar hasta qué punto merecen prioridad frente a la tarea que estemos realizando; en cualquier caso, nuestra respuesta ha de ser lo suficientemente correcta para no menospreciar su necesidad decomunicación.
3. Si no podemos prestar la atención necesaria en ese momento, razonar con él un aplazamiento del acto comunicativo para más tarde. Podemos decir simplemente: "dame 10 minutos y enseguida estoy contigo". Recordemos después agradecer su paciencia y su capacidad de espera.
4. Evitar emplear el mismo tipo de respuestas de forma sistemática para que nuestro hijo no piense que siempre somos autoritarios, le hacemos sentir culpable, le quitamos importancia a las cosas o le damos sermones.
5. Dejar las culpabilidades a un lado. Si hasta hoy no hemos sido un modelo de comunicadores, pensemos que podemos mejorar y adaptarnos a una nueva forma de comunicación que revertirá en bien de nuestra familia suavizando o incluso extinguiendo muchos de los conflictos habituales con los hijos.
6. Cuando decidamos cambiar o mejorar hacia una comunicación más abierta, es aconsejable establecer un tiempo de prueba, como una semana o un fin de semana, terminado el cual podamos valorar si funciona o no y si debemos modificar algo más. Los padres tenemos los hábitos de conducta muy arraigados y cambiarlos requiere esfuerzo, dedicación y, sobre todo, paciencia (¡con nosotros mismos!)."
8 Han comentado:
Estoy de acuerdo.
Es a nosotros a los que nos toca corregir esa falta de comunicación.
Un abrazo
mar
Hola.
Muy buena entrada.
Al leer los modelos o pautas de educación he recordado una antigua cita que decía:
Antes de casarme tenía seís teorías para educar a los hijos. Ahora tengo seis hijos y ninguna teoría. John Wilmot.
salu2
Los hijos no vienen con un manual de instrucciones, y a veces nos equivocamos, lo importante es que haya una buena comunicación, eso es lo que intento dia a dia transmitirle a mis hijos, que no se callen nada, y sobre todo que sepan escuchar.
La familia es muy importante como bien dices, y solo quiero que entre ellos haya un lazo tan fuerte que nadie pueda soltarlo.
El amor entre hermanos por mi experiencia es un amor incondicional y verdadero.
Me ha gustado tu entrada Isabel, y me has recordado cuanto quiero a mis hermanos.
Un besito corazón.
Es verdad que a veces, como parece la que la famlia la tenemos segura, al ladito, no nos esforzamos tanto como cuando conocemos a alguien nuevo...
pero esos son los lazos que hay que fortalecer. El apego a nuestros seres queridos maraca la pauta de muchos de nuestros comportamientos. Y ellos siempre están ahí a nuestro lado, incondicionalmente.
un besazo, y gracias por recordar lo que es evidente y a veces olvidamos...
Siempre el corazón
tienes razón
lo que la cabeza no entiende
ni tiene razón
lo entiende el corazón.
Cálido abrazo
A veces los amigos son tu gran familia.
Y a veces la Familia son tus grandes amigos.
Gracias Isabel muy buena entrada, no hay nada que explicar lo has quedado super claro...un beso
A veces, por no decir siempre, peco de ser demasiada autoritaria, creo que como dices en tu entrada, para no perder el control de la situación. Pero también soy bastante reflexiva y yo misma me contradigo de como lo hago e intento arreglarlo.
Me ha encantado estas pautas y consejos y te aseguro de que intentaré llevarlas a cabo.
Eso sí, soy una madre que escucha bastante a sus hijas y hablo muchíiiisimo con ellas.
Un beso guapa, y gracias por enseñarnos cosas tan interesantes.
loli
Que bonitas quedan las cosas escritas...pero luego son tan dificiles ponerlas en práctica...
Cada niño es un mundo y no vienen con manual de instrucciones.
Me quedo con la cita de John Wilmot que han puesto más arriba.
Saluditos.
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